El Islām, la religión verdadera
بسم الله الرحمن الرحيم
الحمد لله رب العالمين والصلاة والسلام على رسول الله محمد صلى الله عليه وسلم و على آله و أصحابه الطيبين الطاهرين
Que las alabanzas sean para Al-lāh el Dios de los mundos, y que Al-lāh eleve el rango del Profeta Muḥammad sal-la l-Lahu ^alayhi wa sal-lam, y preserve a su comunidad de lo que él teme por ella.
Sepan hermanos y hermanas en el Islām, y aquellos que buscan conocer la verdad, que el uso de la razón sana es una herramienta para confirmar la veracidad de la existencia de algo.
Y es con el uso de la razón como confirmamos la Existencia de Dios, Quien es el Creador.
Al igual que la razón no aceptaría la existencia de un libro sin un autor, ni la existencia de un edificio sin un constructor, la razón sana no aceptaría la existencia de un mundo sin Creador. El libro y el edificio son parte sencillas en comparación al mundo. Encontramos en el mundo diversos colores, olores y sabores, distintos tipos de niveles de luminosidad, y oscuridad, encontramos animales que caminan sobre 4 patas o más, otros sobre 2, otros reptan por el suelo sin pata ninguna, algunos vuelan, otros viven debajo del agua, encontramos distintos climas según el lugar del mundo, observa hermano, observa hermana, observa tú quien estás oyendo, como en la misma planta de maíz, en cuya mazorca, la cual ha recibido el mismo agua, la misma cantidad de luz y la misma cantidad de nutrientes del suelo, encontramos granos de maíz de distintos tamaños, colores, texturas y sabores. Todo esto, el mundo en su totalidad, es la prueba de la Existencia de Dios, es la prueba de la Existencia del Creador. ¿Cómo uno podría rechazar la Existencia del Creador del mundo, mientras no rechazaría que el libro obligatoriamente necesita un autor?
No hay acto sin actor, ni mundo sin Creador.
Y es con el uso de la razón sana, como sabemos que el Creador no se asemeja a la creación. Así es, la razón sana afirma que el Creador existe antes de la creación, y afirma que el Creador existe de toda la eternidad sin principio, ya que todo lo que tiene un principio es algo creado que necesita a su Creador. La razón confirma y demuestra que no hay nada que exista de toda eternidad con Dios, porque todo lo demás ha sido creado por Él. Dios existe y no había ninguna creación. No había ni luz ni oscuridad, ni cielo ni tierra, ni cuerpos palpables ni cuerpos impalpables, ni movimiento ni quietud, ni direcciones ni lugar, pero Dios existía de toda eternidad. No podemos imaginar una realidad sin luz ni oscuridad al mismo tiempo, ni una realidad sin lugares ni direcciones. Entonces, al Creador de la luz y la oscuridad, del tiempo y el lugar, no podemos imaginarlo, ya que Él no tiene ningún parecido.
Así es como la razón sana apoya la creencia de los musulmanes, y demuestra que las demás creencias son ilógicas, irrazonables. Y confirmar la Existencia de Dios, como Único Creador, sin asemejarlo a las creaciones y sin socio en la divinidad, es el significado del primer testimonio de fe أشهد أن لا إله إلا الله . No hay creador salvo Dios, y es por eso por lo que Él es el Único que merece ser adorado.
Dios existe, y no hay duda en cuanto a Su Existencia.
En cuanto al hecho de reconocer que Muḥammad صلى الله عليه وسلم es el Mensajero de Al-lāh, no hay duda en cuanto a su existencia y su estatuto de profeta عليه الصلاه والسلام.
La historia demuestra y confirma que existió, al igual que la historia confirma que Napoleón existió, y que Cristobal Colón existió, incluso que Julio César, quien vivió en una época anterior al Profeta, también existió. Y esto lo sabemos, ya que un gran grupo de personas lo vieron, y lo relataron a un gran grupo de personas, y así hasta nuestros días, y a esto se le llama el relato por tawatur. Sería un error que después de este relato por un gran número de personas a otro gran número de personas, uno crea que todas esas personas de distintos lugares y procedencias, de distintas edades y ocupaciones, se hubiera puesto todos de acuerdo en una mentira, en cuanto a que no hubieran existido Napoleón o Cristobal Colón. Y es de la misma manera como confirmamos la existencia de este hombre árabe Muḥammad صلى الله عليه وسلم . Y su profecía es demostrada por sus milagros. Dios otorga milagros a cada uno de sus profetas para demostrar la veracidad de sus profecías. Y un milagro es aquello extraordinario que sucede por parte de alguien que pretende ser un profeta (y lo es), y este milagro no puede ser contrarrestado
por otra cosa. Moisés abrió los mares por Voluntad de Dios, Noé construyó la barca y salvó a su comunidad por Voluntad de Dios, Jesús resucitaba a los muertos y curaba a los leprosos por Voluntad de Dios, y Muḥammad صلى الله عليه وسلم también tuvo milagros, es más, ha sido el Profeta con más milagros. La luna se partió en dos para él, el agua pura y potable brotó de entre sus dedos para que se sacien y se purifiquen las centenas de hombres presentes entonces, la comida habló en su mano honrada, el tronco de palmera seca en el cual se apoyaba para dar sus discursos los viernes, lloró y sollozó al dejar de estar en contacto con él, recorrió una distancia larga desde Mekka hasta Jerusalén para después subir a los cielos, y todo eso en una parte de una noche. Todos estos milagros, y los muchos más que no hemos mencionado, demuestran su profecía, demuestran que él صلى الله عليه وسلم ha sido enviado por Dios, para llamar a la religión de todos los profetas, llamar a la gente a reconocer la Existencia de Dios y reconocer que Dios es el Único que merece ser adorado. Todos los profetas desde Adam (Adán) el primero de ellos y el primer ser humano, hasta el último Profeta, nuestro Profeta Muḥammad صلى الله عليه وسلم todos han llamado al Islām. Y al igual que confirmamos la existencia de Muḥammad, con el relato de un gran número de personas a otro gran número de personas, con esta misma herramienta, el relato por tawatur, confirmamos que nuestro querido y amado Profeta عليه الصلاة والسلام tuvo milagros que demuestran su profecía.
La única vía de salvaguarda es reconocer la Existencia de Dios y reconocer la profecía de Muḥammad, entrar al Islām, la única religión que Dios acepta, testificando, pronunciando los dos testimonios en el idioma que él conoce, como diciendo:
"No hay dios sino Dios, y Muḥammad es el Mensajero de Dios"
Y no es necesario que haya nadie con la persona que quiera entrar al Islām, ni acudir a un centro para hablar con el imam, una vez que la persona ha reconocido cuál es la verdad dice:
"No hay dios sino Dios, y Muḥammad es el Mensajero de Dios"
Y una facilidad para aquellos que no pueden pronunciar el nombre del Profeta Muḥammad correctamente, y es un deber pronunciarlo bien, llamaría al Profeta por su apodo que es Abu l-Gaasim (el padre de Gasim), diciendo:
"No hay dios sino Dios y Abu l-Gāsim es el Mensajero de Dios."
الله تعالى أعلم و أحكم
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