El Profeta y el Profeta Mensajero
Dios hizo existir al ser humano en el bajo mundo donde encuentra placeres que lo atraen así como pruebas sucesivas. Dios lo prueba con un demonio que intenta desviarlo del camino de la rectitud, cuyo objetivo es extraviarlo y desviarlo, y que con su engaño arremete contra él con sus soldados, y lanza en su corazón las ilusiones engañosas, y lo intenta empujar a los deseos, no lo deja en paz, sin cesar, hasta afectar su corazón de enfermedades virulentas y deficiencias mortales para desviarlo del camino de su Señor, Quien lo creó.
Mis hermanos de fe, no hay manera de conseguir la preservación y la salvaguarda sino siguiendo la vía de los mensajeros. Así es, la rectitud de los corazones tiene lugar con el conocimiento de su Señor, por Sus Nombres, Sus Atributos, Sus Actos y Sus juzgamientos. Sin embargo no hay manera de recibir esto salvo por transmisión, y conocer lo que Al-lāh acepta, lo que hace merecer Su castigo, y lo que preserva en el más allá de lo que lleva a la perdición, sino por la vía de los mensajeros que transmiten por parte de Dios. Por lo tanto las criaturas necesitan a los profetas y a los mensajeros de una necesidad indispensable. Dios ha enviado a los mensajeros y los profetas para que indicar a la gente la vía hacia lo que contiene su bienestar, su salvaguarda y su éxito en el bajo mundo y en el más allá. Los profetas son la élite de la creación. Dios los ha elegido y les ha concedido un mérito elevado al resto de las criaturas, son los más piadosos entre las personas, los más sabios entre las personas, los más indulgentes, los más pacientes los más misericordiosos y los más bellos de toda la humanidad. Fueron elegidos por Dios para la profecía, por una gracia y una misericordia de Él. Nuestro señor distingue con Su misericordia a quién quiere, y nada Le es obligatorio. Al-lāh les preservó de los defectos. Son los imames y los modelos. Al-lāh tabaraka wa ta^ālā dijo en el Qur’ān lo que significa: “Les hicimos imames que dirigen conforme a Nuestra orden. Les revelamos hacer el bien, cumplir con el rezo y dar la zakat y es a Nosotros a quién han consagrado su adoración”.
Un Profeta, es un hombre que recibe la revelación de seguir la sharī^ah del profeta anterior, y que recibe órdenes para transmitirla a su pueblo. En cuanto al profeta que es también mensajero, es un profeta a quien Dios revela una nueva sharī^ah y que recibe órdenes para transmitirla. Asi que cada uno de los profetas mensajeros y de los profetas que no son mensajeros, ha recibido órdenes para transmitir a su pueblo lo que le ha sido revelado. Al-lāh ta^ālā dice:
{كَانَ النَّاسُ أُمَّةً وَاحِدَةً فَبَعَثَ الله النَّبِيِّينَ مُبَشِّرِينَ وَمُنْذِرِينَ}
lo que significa: “La gente constituía una sola comunidad, y a continuación Al-lāh envío a profetas como anunciadores de buenas noticias y advertidores de un castigo”.
Así todos los profetas fueron enviados a su pueblo para enseñarles los asuntos de la religión, para dar la buena noticia del paraíso a quienes hayan creído en Dios y en Su mensajero y han obrado en bien, y han advertido en contra del infierno a quienes los han desmentido. En cuanto a lo que algunos dicen que un profeta que no es mensajero no recibiría órdenes para transmitir el mensaje, esto no es verdad.
Deberían saber que todos los profetas desde Adam el primer de ellos, hasta el último de ellos Muḥammad, todos los profetas eran musulmanes llamaron al Islām, y prueba de ello es la palabra de Al-lāh:
وَمَنْ يَبْتَغِ غَيْرَ الْإِسْلَامِ دِينًا فَلَنْ يُقْبَلَ مِنْهُ وَهُوَ فِي الْآخِرَةِ مِنَ الْخَاسِرِينَ
Que significa: “Quien sigue otra religión que no sea el Islām, no será aceptada de él, y en el más allá formará parte de los perdedores. Osea que todos los que siguen otra religión que no sea el Islām, que han elegido como religión otra religión que el Islām, entonces no será aceptada de ellos, y serán de los que han perdido en el más allá.
Nuh ^alayhi salam era musulmán llamó al Islām, Ibrāhīm era musulmán llamó al Islām, ya^qub era musulmán llamó al Islām, Mūsā era musulmán y llamó al Islām, ^Isa Jesús era musulmán y llamó al Islām.
En cuanto a lo que llegó en el Qur’ān respecto a nuestro Profeta Muḥammad صلى الله عليه وسلم:
قُلْ إِنَّ صَلَاتِي وَنُسُكِي وَمَحْيَايَ وَمَمَاتِي لِلَّهِ رَبِّ الْعَالَمِينَ لَا شَرِيكَ لَهُ ۖ وَبِذَٰلِكَ أُمِرْتُ وَأَنَا أَوَّلُ الْمُسْلِمِينَ
Lo que significa: “Di, Por cierto mi rezo, mis actos de adoración mi vida y mi muerte, todo pertenece a Al-lāh, el señor de los mundos, Él no tiene socios. Esa es la orden que recibí y soy el primero musulmán”, eso significa que era el primer musulmán de esa comunidad , es decir que al momento de su misión no había más musulmanes sobre tierra firme en las poblaciones de ésta época salvo él صلى الله عليه وسلم no que en absoluto el Profeta Muḥammad sería el primer musulmán, por supuesto que no. Todos los profetas eran musulmanes y dijeron:
لا إله إلا الله
Como dijo el Profeta:
أفضل ما قلت أنا و النبيون من قبلي
لا إله إلا الله
Relatado por Malik en el Muwatta'.
Todos los profetas eran musulmanes, y preservados del descreimiento antes de su profecía tal como después, preservados de los pecados mayores y de los pequeños pecados que contienen una bajeza, y también estaban preservados de las enfermedades repulsivas como la lepra o la salida de gusanos.
Son todos verídicos, honestos y sumamente inteligentes,
Adam no era un mono y tampoco se asemejaba a ellos.
Ayyūb no salió de él ningún gusano.
Dawūd no envío al jefe del ejército al combate para que lo mataran y a continuación casarse con su mujer.
Yūnus no se enfadó ni se reveló contra Al-lāh.
Yūsuf no quiso cometer la fornicación.
Mūsā no tartamudeaba.
Ibrāhīm nunca dudó sobre la existencia de Dios, nunca vendió las estatuas y tampoco las fabricaba, no era un mentiroso, no ayudaba a cometer injusticias.
Jesús era musulmán al igual que todos sus hermanos profetas.
عليهم الصلاة والسلام
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