Los ángeles son siervos honrados de Al-lāh.
Al-lāh ta^ālā dice acerca de Sus ángeles lo que significa: “Si alguien no cree en Dios, en Sus ángeles, en Sus libros, en Sus Mensajeros y en el Ultimo Día, se habrá perdido profundamente.”
Deberían saber, siervos de Dios, que es una obligación creer en la existencia de los ángeles. Son cuerpos cuyo origen es la luz, son impalpables y dotados de almas honradas. Son seres honrados según el juicio de Dios. No son machos ni hembras. No comen y no beben, no duermen y no se cansan, no se reproducen y son criaturas responsables de sus actos. No desobedecen en nada las órdenes dadas por Al-lāh ta^ālā y cumplen absolutamente todo lo que tienen órdenes de hacer.
Son siervos de Al-lāh responsables de sus actos, encargados de muchas funciones. Entre ellos hay quienes se ocupan de la lluvia y de las plantas. Existe entre ellos quienes se encargan de inscribir los actos de los seres humanos. Entre ellos hay quienes se encargan de coger las almas al momento de la muerte. Otros se ocupan de proteger a los humanos, los preservan de ser los juguetes de los jinn, pero no impiden lo que está predestinado y va a ocurrir. Así, lo que Al-lāh ta^ālā quiere que sea, es, y lo que Allâh no quiere que sea, no es.
Existen entre ellos quienes se encargan de transmitir el salam al Mensajero eminente, por parte de los miembros de su comunidad. Entre ellos hay quienes se ocupan de inscribir las hojas de los árboles que caen.
Al-lāh tabāraka wa ta^ālā creó a los ángeles dotándolos de alas. Algunos tienen dos alas, otros cuarto alas, otros siete y otros más que esto. Al-lāh tabaraka wa ta^ālā hace que algunos tengan más alas que otros.
Se relató en el hadīth honrado, según nuestro Profeta que Jibrīl ^alaihi s-sālam quien es, el jefe de los ángeles, fue creado con 600 alas. Y es de él a quien los sabios del tafsir del Qur’ān, tal como al Qurtubiy y otros, se refieren cuando explican la ayah de la surah al Mulk, Al-lāh tabāraka wa ta^ālā dice:
{ءَأمنتم من في السماء إن يخسف بكم الارض فإذا هي تمور}
ءأمنتم من في السماء، Es decir Jibrīl ^alaihi s-salām. Jibrīl ^alaihi s-salām, quién es el encargado de hacer llegar el castigo a aquellos a quienes Al-lāh quiere castigar. Es decir, que la ayah significa, “¿Acaso estáis a salvo de Jibrīl quién está en el cielo?”
Y no sería válido creer lo que algunos ignorantes dicen que Dios estaría en el cielo, wa l-^iadhubil-Lāh. Al-lāh es el Creador, Quien es exento de toda imperfección, crea lo que Él quiere, ha creado el cielo, y existe antes del cielo sin cielo, no estaba en el cielo antes de crearlo, y no está en el cielo después de crearlo, Él hace lo que Él quiere en cuanto a lo que Le pertenece. Y el hecho de crear algo, ya sea el trono, el cielo, los lugares o las direcciones, no afectan a nuestro Creador subhānahu wa ta^ālā, no afectan a Al-lāh, no afectan a Aquel Quien es exento de límites, altura, anchura, profundidad, no afectan a Aquel Quien existe de toda eternidad sin lugar, Aquel que creó los lugares, Aquel que no tiene lugar. Tal como el Imam ^Aliyy el primo del Profeta, la puerta de la ciudad del conocimiento tal como lo nombró nuestro amado Muhammad, dijo:
إن الذي أيّن الأينَ فلا أين له
Lo que significa: Aquel que creó los lugares no tiene lugar.
Al-lāh no está en un lugar, ni en todos los lugares, الله موجود بلا جهة و لا مكان Al-lāh tabāraka wa ta^ālā dice lo que significa: “Alabado sea Dios, Quien creó los cielos y la tierra, Quien creó a los ángeles e hizo de ellos mensajeros. Los dotaron de dos alas, otros de tres, otros de cuatro alas y a las criaturas añade lo que quiere. Sin duda, Al-lāh es todopoderoso sobre cada cosa.”
Se confirmó que los ángeles de Al-lāh ^alayhimu s-salam pueden tomar a veces otras formas que la forma original según la que Al-lāh los dio la existencia. Se autentificó en el hadīth honrado y confirmado por parte del Mensajero de Al-lāh que Jibril, el ángel honesto encargado de la revelación vino al Profeta eminente en la forma de un hombre vestido con ropa blanca y con el pelo de un negro intenso. Pero sepan, que Al-lāh los otorgue misericordia, que cuando los ángeles toman el aspecto de un hombre, no tienen órganos genitales, tampoco toman el aspecto de una mujer como lo pretenden ciertos miembros de otras comunidades que la comunidad musulmana. Hasta el punto que algunos erigen estatuas supuestamente a su imagen en forma de mujeres con alas. Esto contradice la creencia de los musulmanes. Allah ta^ālā dice lo que significa: “Por cierto los que no creen en el más allá llaman a los ángeles con nombres femeninos”, debemos tener cuidado contra semejante creencia.
Deberían saber, queridos míos, que los ángeles honrados son santos, los waliyy de Al-lāh. Son siervos honrados. Al-lāh ta^ālā los elogió en el Qur’an, Al-lāh tabaraka wa ta^ālā dijo para describirlos: [surat At-Tahrim/6] lo que significa: “Ellos no desobedecen a Al-lāh por cuanto se los ordena y hacen todo lo que tienen la orden de hacer.”
Los sabios han dicho que el que insulta a un solo ángel se vuelve descreído y sale de la religión, que Dios nos preserve de eso. Al-lāh ta^ālā ha comparado al que toma a los ángeles como enemigos a aquel que lo toma Él como enemigo. Y Al-lāh subhanah ha indicado que los que consideran a los ángeles como enemigos son descreídos. Al-lāh ta^ālā dice: [surat al-Baqarah/98] lo que significa: “Si alguno se hace enemigo de Dios, de Sus ángeles, de Sus mensajeros, de Jibril o de Mika’il, así que sin duda Al-lāh no acepta a los descreídos.”
En cuanto a Iblīs, no pertenece a los ángeles sino que al contrario es un jinn. La prueba de lo dicho está en el Qur’an honrado, a saber, la palabra de Al-lāh acerca de Iblīs lo que significa: “Excepto a Iblīs quien pertenece a los jinn, ha desobedecido a la orden de Su Señor.”
Sobre lo que algunos dijeron acerca de Iblīs que hubiera sido el parangón de los ángeles o sea su joya, su jefe, esto no tiene ningún fundamento y es totalmente falso. Eso contradice precisamente las ‘ayah citadas anteriormente así como la descripción confirmada y autentificada de los ángeles en la Ley del Islam.
Los sabios han dicho que los ángeles son obligatoriamente preservados de los pecados y de los actos de desobediencia. En cuanto a lo que ciertos relatan que dos ángeles llamados Harut y Marut hubieran tenido deseo, que se hubieran enamorado de una mujer llamada Az-Zahrah (Venus), que hubieran desobedecido a Al-lāh ta^ālā bebiendo vino y cometiendo la fornicación con esta mujer y después que hubieran matado a una persona injustamente y que esta mujer se hubiera transformado después de esto en un planeta, todo eso no son más que falsas palabras. Es una historia engañosa que no tiene ningún fundamento y que no se permite creer.
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