Abū Bakr As-Siddiq el primer califa bien guiado
Es el mejor hombre de esta comunidad después de nuestro Profeta salla l-Lāhu ^alayhi wa sallam, es Abū Bakr As-siddiq, que Al-lāh lo acepte, el ejemplo perfecto de la buena guía y de la creencia en la veracidad. Se llama ^Abdu l-Lah hijo de aby quhafah, de la tribu de Quraych, y nació tres años después del año del elefante. Pertenecía a los dignatarios de Quraych, antes del envío del Profeta Muḥammad sal-la l-Lāhu ^alayhi wa sal-lam, le querían y le respetaban.
Era blanco de piel, delgado de cuerpo, tenía una barba incipiente en las mejillas, su frente era pronunciada y era el más generoso de los compañeros.
Fue el primero entre los hombres en entrar al Islām, y tenía treinta y siete años. Vivió veintiséis años defendiendo la religión del Islām. A través de él, muchas personas entraron al Islām tal como ^Uzman.
Abū Bakr as-siddiq cumplió la emigración con el Mensajero de Al-lāh salla l-Lāhu ^alayhi wa sallam, le acompañó en la cueva, estuvo con él y le protegió.
Al-lāh en el Qur´ān hace la alabanza de Abū Bakr, mientras que en nuestra época algunos se atreven a insultarlo y mentir sobre él.
El Profeta Muḥammad, durante su vida, durante la enfermedad que lo condujo a la muerte le ordenó a Abū Bakr rezar de Imām para la gente. El Profeta lo eligió a él como su sucesor el día de su fallecimiento صلى الله عليه و سلم , y todos los sahabah se pusieron de acuerdo en considerarlo como primer califa.
En cuanto a sus méritos, que Al-lāh lo acepte, son numerosos. Entre ellos, es que forma parte de los diez que han recibido el anuncio de la buena noticia del Paraíso, como ha sido relatado en el hadiz.
Según Anas, el Profeta salla l-Lāhu ^alayhi wa sal-lam subió a la montaña de Uhud, con Abū Bakr, ^Umar y ^Uthmān. Fue entonces cuando la montaña tembló. El Profeta salla l-Lāhu ^alayhi wa sal-lam dijo lo que significa: “Quédate firme ‘Uhud, sólo están aquí presentes: un profeta, un santo verídico y dos mártires.”
Se relata de ^Aliyy que decía: “Oh Wahb, voy a informarte acerca de los mejores hombres de esta comunidad después de su profeta: Abū Bakr, ^Umar y un tercer hombre.” Y palabras semejantes fueron relatadas por Muḥammad Ibnu l-Hanafiyyah según ^Aliyy Ibnu Abi Talib, que Al-lāh los acepte ambos.
Según ^Aliyy también, decía: “El Mensajero de Al-lāh salla l-Lāhu ^alayhi wa sallam le pidió a Abū Bakr que se acercara para dirigir a la gente en el rezo. Yo estaba presente, es decir, en ningún otro lugar y con buena salud, no estaba enfermo; si quisiera pedirme que dirigiera a la gente en el rezo, me lo hubiera pedido. Así, hemos aceptado para ocuparse de nuestros asuntos del bajo mundo el que Al-lāh y Su Mensajero aceptaron para dirigirnos en nuestra religión.”
Fue justo después del milagro del mi^rāŷ que Abū Bakr fue llamado as sidiq. Los mushrikin desmentían al Profeta Muḥammad cuando les informó que había viajado hasta bayt el maqdis y había vuelto la misma noche. Fue cuando dijeron a Abū Bakr: ¿Tu compañero pretende haber viajado a bayt el maqdis y haber vuelto la misma noche, te lo crees? Abū Bakr sin dudar un momento les contestó que, si el Profeta Muḥammad pretende haber llevado a cabo este viaje durante la noche, ida y vuelta, entonces se lo creía sin ninguna duda.
Abū Bakr, el día del fallecimiento del Profeta Muḥammad fue él que encaró a la gente, les exhortó y les recordó que Muḥammad había muerto porque es un ser humano, y los seres humanos mueren mientras que Dios está vivo y no muere, y es Él únicamente Quien merece ser adorado.
Abū Bakr es también famoso por sus versos de poesía en los cuales explica la creencia de los musulmanes, explica que la persona que reconoce la existencia de Al-lāh, reconoce que Su existencia no es como la de las criaturas, que no lo podemos imaginar, que no es un cuerpo, y se mantiene sobre este credo, sin intentar imaginarse el Creador, sin pasar los límites, y sobre todo, reconoce que es incapaz de llegar a la realidad del ser de Al-lāh, se dice de él que tiene el conocimiento de Al-lāh y se preserva del antropomorfismo. Porque solo Al-lāh conoce la realidad de Su ser. Nosotros conocemos a Dios por Sus atributos, tal como la unicidad lo no necesidad y la no semejanza con las criaturas.
En cuanto a su modestia y su generosidad, según ^Umar dijo que el Profeta les había ordenado realizar donaciones, y que esa vez fue un momento en el que tenía dinero, así que ^umar se dijo a sí mismo, si hay un día que puedo preceder a Abū Bakr será hoy. ^Umar dijo entonces he venido con la mitad de mis bienes, y el Profeta le dijo: ¿Qué has dejado a tu familia? Fue cuando ^Umar le contestó: “Lo mismo”, es decir la mitad de sus bienes. Fue cuando llegó Abū Bakr con todo su dinero, y el Profeta le hizo la misma pregunta que a ^Umar y le dijo: ¿Oh Abū Bakr qué has dejado a tu familia? Fue cuando Abū Bakr contestó: “Les he dejado Al-lāh y su mensajero”, es decir el amor de Al-lāh y de su mensajero.
Abū Hurayrah, dijo: El Profeta ^alayhi s-salātu wa s-salām dijo lo que significa: “No hay dinero más útil que el dinero de Abū Bakr.”
Fue entonces cuando Abū Bakr empezó a llorar y dijo: “podría ser que mi persona y mis bienes no te fuesen totalmente dedicados, oh Mensajero de Al-lāh?” [Relatado por Ibnu l-‘Athir en ‘Usdu l-Ghabah]
Se manifestó la eminencia del comportamiento de este gran waliy después de la muerte del Mensajero de Al-lāh salla l-Lāhu ^alayhi wa sallam, cuando los sufrimientos se volvieron terribles para los musulmanes, algunos habían apostatado y otros se habían abstenido de pagar la zakat. Abū Bakr, que Al-lāh lo acepte, se había apresurado en orientar las cosas a mejor.
Después, Abū Bakr, que Al-lāh lo acepte, ordenó reunir el Qur’an. Fue el primero, que Al-lāh lo acepte, en juntar el Qur’an en un mismo lugar. Y eso es un ejemplo de buena innovación en el Islām que instauró Abū Bakr, que Al-lāh lo acepte, y que todos sus compañeros aceptaron.
Abū Bakr As-siddiq, que Al-lāh lo acepte, falleció el tercer año de la Hégira, cuando tenía sesenta y tres años, la misma edad que tenía el Profeta Muḥammad cunado falleció. Su califato duró dos años, tres meses y diez noches. Cuando estaba cerca de la muerte, propuso a los musulmanes que eligieran a ^Umar Ibnu l-Khattab, que Al-lāh lo acepte, como sucesor. Abū Bakr fue enterrado en casa de ^Aichah, que Al-lāh la acepte, la cabeza fue ubicada a la altura de los hombros del Mensajero de Al-lāh salla l-Lāhu ^alayhi wa sallam [pero no en la misma tumba]. Fue su compañero en la vida y sigue siendolo a su lado después de la muerte.
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